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Política y moralidad: correlación de conceptos en la sociedad moderna.

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Anonim

Política y moralidad: esta es la relación más compleja de la política con los estándares morales aceptados en la sociedad. Ambos conceptos representan las esferas organizativas y de control de la sociedad, sin embargo, funcionan de manera diferente.

La moraleja está diseñada para restringir a una persona y evitar que cometa actos malos e indignos. Si pasamos a la historia de la sociedad primitiva, fue en ella donde se convirtió en la principal institución para la gestión de pequeñas comunidades sociales. Cuando los estados y las instituciones políticas comenzaron a surgir, aparecieron dos sistemas de gestión: la moral y la política.

Tenga en cuenta que estos dos conceptos tienen fuentes completamente diferentes para crear una estructura gerencial. Entonces, para la moral, estas son tradiciones, costumbres y valores, es decir, tiene un trasfondo de valor normativo. En cuanto a la política, se basa en los intereses de todos los grupos sociales, que luego se convierten en leyes. Sin embargo, hay situaciones en las que la élite gobernante impone a la sociedad aquellas leyes que protegen solo sus intereses, infringiendo todas las demás.

Además, la política y la moral todavía tienen muchas diferencias. Por lo tanto, los requisitos morales son universales y no se aplican a ninguna situación específica existente. Además, son de naturaleza muy abstracta, porque a veces son difíciles de evaluar. La política está obligada a tener en cuenta las condiciones sociales específicas que se manifiestan en el caso del desarrollo de una situación particular. Sus requisitos son bastante específicos, por lo tanto, por su violación, siempre se impone un castigo.

Tenga en cuenta que la proporción de estos dos conceptos preocupaba a todos los investigadores, desde la antigüedad. Así, Confucio, Platón, Sócrates y Aristóteles creían que las buenas leyes no garantizan la justicia en el país si el gobernante no tiene las cualidades morales apropiadas. La política y la moralidad en su visión no estaban divididas.

Por primera vez, teóricamente, N. Machiavelli trató de separar estos dos conceptos, quien afirmó que cada persona tiene una naturaleza insidiosa. Por lo tanto, el gobernante, cuando necesita mantener el poder, puede recurrir al uso de cualquier medio que no siempre se corresponda con los estándares morales generalmente aceptados. Tenga en cuenta que los regímenes totalitarios a menudo aplican precisamente políticas inmorales e inmorales. A primera vista, se considera muy eficaz y pragmático, pero con el tiempo, este estado de cosas conduce a la corrupción de la sociedad y las figuras políticas.

Tenga en cuenta que la interacción de la ley y la moral en las diferentes etapas del desarrollo de la sociedad tuvo lugar de diferentes maneras. Por ejemplo, la política inmoral también puede esconderse detrás de ideas liberalistas, lo cual era característico de la situación política rusa en los años 90 del siglo XX. Los medios por los cuales todos los eslóganes democráticos proclamados intentaron poner en práctica no solo eran inmorales, sino también criminales en términos de ley.

Sin embargo, observamos que la gestión de la sociedad, que se basa solo en principios morales, también es utópica. El hecho es que la moral tiene una limitación en la acción en términos de tiempo y espacio. Después de todo, lo que antes se consideraba positivo, puede ser severamente criticado, lo que es bueno para alguien, porque el resto es malo. Y todos los principios morales son muy difíciles de "traducir" al lenguaje de las normas legales y las decisiones de gestión.

Por lo tanto, la política y la moral son conceptos que son muy difíciles de combinar en la práctica. Como regla general, los intereses políticos específicos siempre están en primer plano. Sin embargo, la sociedad debe controlar a la élite gobernante, porque su política corre el riesgo de volverse inmoral.