Esta maravillosa práctica se ha vuelto viral recientemente. Sin embargo, esta idea no es nueva en absoluto. Se origina en la organización Chase The Chill, fundada en Pensilvania en 2008. ¿Qué es esta tradición?
El comienzo de la tradición.
Dos años después, comenzaron a colocar pañuelos en los árboles. Una noche, en el otoño de 2010, aparecieron bufandas en árboles, pasarelas de puentes, letreros y otros lugares públicos. Se colgó una etiqueta en cada uno de ellos, invitando a cualquiera a reclamar la propiedad de la bufanda.
El sitio web de la organización dice que su objetivo era ayudar a otras personas y al mismo tiempo disfrutar del amor por la ropa hecha a mano. Esta es una razón excelente y digna para tejer más si te gusta el ganchillo. Incluso si no eres tan bueno en eso, ahora tienes la motivación para aprender y mejorar.