Del idioma latino, la palabra "insinuación" se traduce literalmente como "insinuante", "penetración". La insinuación es difamación difamando a alguien. La información en este caso se presenta indirectamente con una pista de algunos hechos y circunstancias. El objetivo principal de esta técnica es socavar la confianza de los oyentes (lectores) en su oponente, en su comportamiento, opinión o argumentos.
En política, las insinuaciones son pistas dirigidas contra personas con cierto poder. Tales declaraciones en este caso no tienen justificaciones morales y éticas claras. Esto es necesario para evitar posibles litigios y enjuiciamientos.
El significado de la palabra "insinuación" y su origen
El término "insinuación" fue utilizado por primera vez por el emperador bizantino, comandante y reformador Justiniano I, el monarca más prominente del período de la antigüedad tardía. Llamó a la aprobación judicial de regalos como insinuación si excedían la cantidad establecida para limitar la extravagancia.
En retórica, la insinuación es una revolución del discurso en una forma suave, insinuante e incluso obsequiosa. Se infiltra en la conciencia de los oyentes hostiles imperceptiblemente y es necesario para evitar posibles conflictos. Las palabras tentadoras, por regla general, solo se relacionan indirectamente con el tema principal de la conversación, pero el cerebro del oyente cae en la trampa establecida por el hablante, y continúa exponiendo directamente los argumentos principales. Dichas técnicas ayudan a conquistar a la audiencia y lograr su completo disgusto por parte del oponente.
Ejemplos de insinuaciones.
La insinuación es un enunciado, cuyo propósito es inculcar en una persona cualquier pensamiento hecho de manera insinuante. Esta es una pista que se transmite a la audiencia a través de giros de discurso especiales con subtexto oculto, y que en cierta medida es una calumnia. En el discurso, las insinuaciones se utilizan para estropear la reputación y socavar el respeto de la audiencia por el objeto en relación con el cual se aplica esta técnica. Las insinuaciones ponen a una persona en una luz antiestética, lo acusan de actos inmorales.
La insinuación es información falsa a sabiendas que lleva al oyente a la conclusión obvia: de quien están hablando es culpable. Además, la información está confirmada por hechos distorsionados. Como resultado, la confianza en el objeto mencionado se reduce drásticamente y puede ser muy difícil devolverlo.
¿Es posible hacerse responsable de la insinuación?
Es bastante difícil responsabilizarse por insinuaciones sucias, ya que la información se envía no directamente, sino de forma oculta. Si puedes probar que tu oponente te calumnió intencionalmente, entonces quizás puedas atraerlo por difamación o por dar pruebas falsas. Pero, de hecho, es casi imposible hacer esto, ya que el fiscal siempre puede justificarse diciendo que simplemente entendió mal sus declaraciones.
En los círculos políticos, el método principal para combatir las insinuaciones es proporcionar a las partes interesadas información suficiente sobre un político en varias formas (folletos, artículos, reuniones personales, etc.).